Fotografía en mate



Es una nube de cartón, ha bajado del cielo y ha invadido sus mejillas.
Dos estrellas sin brillo le acompañan, puede que nada haya cambiado, sólo que ahora: es ciega, le duele el pecho, y ya no entiende nada, absolutamente nada.
Los grillos siguen convencidos en el éxito de su cuarteto de cuerda, un saltamontes descubre que no hay por que recorrer cada milímetro del camino y en uno de sus saltos, se pierde la oportunidad de su vida, que deja atrás, inconsciente.
¡He aquí la ignorancia del insecto!

Un cigarro le consume, el humo hace que de su ojos mane lluvia, que apaga el fuego del dragón que habita en su pecho, de nuevo, ¡ se le apagó la luz! y la solución, aquí, en sus manos, y ella obviándola.
Se ha sentado en mitad del camino, negándose a caminar, tapa su rostro con sus manos y de ellas, se derraman fuentes. Graniza impotencia.
¡He aquí la sabiduría del agua!

No es tarde para arrepentirse. Observa en el cristal el brillo bruñido que ella misma saca cada mañana; joyas, trata como joyas cristales corrientes, pantallas planas , las miradas perdidas en los abismos. Sus ojeras crecen, como matas, como arbustos, como las insatisfacciones desbordándole las horas, como terremotos cuando ella es falla y viento, y, ojeras creciéndole en mitad de la cara y brillo, el brillo perdido, ahora luciendo solamente en sus ventanas y sin embargo, no se arrepiente, aunque ahora, se sepa en mate.
¡He aquí el negativo de dos alas plegadas!

H de L

Fotografía: Desconozco autor/a