sábado, 5 de marzo de 2016

Dualidad entre lo que parece y no es




Dualidad entre lo que parece y no es


Uno pierde los instintos
y se inventa al fondo de la calle,
bajo el adoquín de la escalera,
tras el cuarto menguante de los sueños:
debilitado, extenuado, conmovido
de buscarse sin encontrarse, de ser(se), siendo.

Una se desnuda de certezas
y se deshoja gota a gota
hasta hallarse  en los poros bajo el suelo,
producto de los charcos de su mirada.
¿Puede haber condena más cruel
qué la indiferencia de sí mismo?

Pregunto. NO. Afirmo.



H de L


- Extraído de mi novela "cerrar un círculo abrir una espiral"
-Fotografía: Victoria Francis

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

No.
No hay indiferencia más cruel que esa.
Cuando ya da lo mismo todo.
Empiezo a sentirla.

Saludos.

Ihintza H de L dijo...

Exactamente.

Lo cierto, Toro, es que es muy fácil dejarse caer al vacío cuando parece que no quedan ramas dónde asirse para trepar.
Si desenredamos las pestañas( trabajo arduo) y conseguimos entreabrir los ojos, veremos que siempre hay alguna mano a la que aferrarnos, a veces, las más, somos nosotros mismos los que debemos tendérnosla.

Esto está muy bien para jugar con las palabras y la literatura, para la vida real, no te dejes caer o sujétate fuerte, ahí arriba hay un sol brillando.

TORO SALVAJE dijo...

Ya lo intento... ya... pero con el paso del tiempo voy comprobando que todas las ramas están podridas.
Y el sol se ríe y me carboniza.
Por eso voy de sombra en sombra y lo más lejos de la gente que puedo.

Besos.

Ihintza H de L dijo...

Mmm, comprendo...el bosque está muy podrido, para que vamos a negarlo, aún así, siempre hay alguna rama que aún merezca la pena, un flor, un brote, un pequeño pétalo caído,y lo mejor, tú mismo. Para que buscar fuera lo que seguro está dentro...

Beso.

Manel dijo...

La vida es un prodigio, algo excepcional y único.

Pero la mente es caprichosa.

Un beso.

Ihintza H de L dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Un beso